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¿Por qué seleccionar un aplicador de purines fabricado en acero inoxidable?

¿Por qué seleccionar un aplicador de purines fabricado en acero inoxidable?

La aplicación de la normativa derivada del RD 980/2017, 10 de noviembre que prohíbe a los agricultores y ganaderos que cobran la PAC aplicar purines mediante sistemas de plato, abanico o cañones, ha generado la necesidad de adoptar equipos de inyección de purín.

Ante esta situación el mercado se ha apresurado a poner a disposición del sector variados sistemas que se adecúen a la normativa, sin embargo no todos ofrecen soluciones que garanticen su durabilidad y adaptabilidad a todo tipo de terrenos.

El purín, además de producir vapores irritantes por la concentración de amonio, es también altamente corrosivo y erosivo.  Es por ello que su tratamiento aconseja la utilización, siempre que sea posible, de componentes en acero inoxidable. 

Un aplicador  de purines 100% inoxidable, además de alargar la vida útil del apero, tiene múltiples ventajas.  

En primer lugar su ligereza, un aplicador 100% inox.  para aplicar a 13,5 metros, tiene un peso  de apenas 480 kg. frente a los 900 kg. de los de hierro galvanizado. 

La mayor dureza del acero inoxidable, además de conferirle mayor resistencia, permite aligerar peso puesto que disminuye el grosor de las paredes del aplicador. Esto supone laborar a un del 50% aproximadamente de carga y, por un lado podemos ahorrar combustible, y por otro evitamos surcos profundos en el terreno.

En segundo lugar facilita cortes de tramo por sectores muy simples y efectivos frente a las tajaderas, que además vierten mucho purín al cerrar sus brazos.

En tercer lugar, la optimización del uso de tubos de plástico que permite el sistema todo inoxidable, facilita un mejor mantenimiento del equipo y evita obturaciones por el inevitable secado del purín en el circuito.

 

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